
Dr. Jesús Miguel García Menaya
Presidente del comité científico de Casos Clínicos
<<Conseguir la publicación del caso clínico en el libro es un éxito que debe ser valorado por los autores>>
¿Cómo ha sido la experiencia de formar parte del jurado del certamen?
La experiencia de haber formado parte del Comité Científico del Concurso de Casos Clínicos organizado por el Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Badajoz por segundo año consecutivo y, en este último año, en calidad de presidente, ha sido muy positiva y satisfactoria.
El participar en la evaluación y valoración de diferentes casos clínicos de muy diversas patologías, tanto médicas como quirúrgicas, en muchos de los casos con un abordaje multidisciplinar, permite tener una visión global sobre técnicas diagnósticas y tratamientos novedosos que se están aplicando en nuestra provincia. El realizar labores de evaluación científico-médica ejerce un efecto enriquecedor en la persona evaluadora, en el sentido de que ayuda a consolidar conocimientos en el caso de que trate de un tema de su disciplina, o bien permite adquirir conocimientos en el caso de que no se tenga suficiente experiencia en el contenido evaluado. En resumen, la labor evaluadora exige un esfuerzo importante, pero, a su vez, es gratificadora y contribuye al crecimiento profesional. Todos los médicos, en la medida de nuestras posibilidades y circunstancias personales, deberíamos de colaborar en este tipo de tareas en el caso de que nos sean propuestas.
¿Cómo valora esta iniciativa del icomBA?
Se trata de una iniciativa muy interesante que, además, se ha continuado en el tiempo a lo largo ya de 15 años. Esta iniciativa supone, en mi opinión, una motivación importante para que los médicos residentes se animen a comunicar a la comunidad médica aquellos casos que por alguna circunstancia (ya sea por las técnicas diagnósticas empleadas, por los tratamientos efectuados o por la singular evolución del caso), merezcan ser comunicados, especialmente si el caso es particularmente interesante desde el punto de vista docente. El comunicar el caso requiere previamente que los autores se documenten en profundidad en el tema tratado, buscando en la literatura médica casos relativamente similares para poder cotejar las semejanzas y diferencias.
La escritura y comunicación de un caso, por un lado, aumenta el conocimiento específico de los residentes en esa parcela o enfermedad particular, pero, por otro, permite que los residentes comiencen a adquirir una habilidad muy necesaria en los médicos como es la escritura científica. Para que las innovaciones que se van realizando en Medicina sean aceptadas por la comunidad médica y científica tienen que pasar necesariamente por un proceso de publicación sometido a revisión. En este sentido, la descripción de casos clínicos constituye una etapa inicial de aprendizaje para luego poder participar en publicaciones más complejas como suelen ser las revisiones o los artículos originales.
En definitiva, esta iniciativa contribuye, sin duda alguna, a mejorar el conocimiento médico por parte de los autores participantes, y, por lo tanto, ello redunda de manera incuestionable en una atención de mejor calidad para nuestros pacientes, que debe ser el objetivo principal de cualquier médico a nivel individual y de cualquier institución a nivel colectivo.
¿Qué le ha parecido el nivel de casos presentados?
El nivel de los casos presentados en cuanto al manejo de los diferentes cuadros clínicos, utilizando técnicas diagnósticas punteras, complejas y sofisticadas y tratamientos médicos y quirúrgicos innovadores es, indudablemente, alto, consiguiéndose en muchos de los casos resultados muy exitosos.
Para referir alguna debilidad debo mencionar que, al tratarse de médicos jóvenes en formación, a veces todavía no tienen la suficiente experiencia en la escritura científica y de ahí se deriva que algunos casos presentados tengan un margen de mejora en cuanto a su rigorosa y correcta descripción. Hemos objetivado que, en general, los residentes tienen una especial dificultad en cuanto al adecuado manejo de las referencias bibliográficas. Las referencias son muy importantes para contextualizar la enfermedad o problema que se está describiendo, y, por otra parte, para tratar de justificar por qué el caso que se esté describiendo tiene una importancia especial por la que merece la pena que sea comunicado. Es ahí cuando se deben aportar las referencias que apoyen que nuestro caso es de particular interés, por algún u otro motivo, buscado, además, casos clínicos similares al comunicado, pero resaltando las peculiaridades de nuestro propio caso.

En la presentación del libro, destacaba el valor para los residentes de ver sus trabajos publicados en este ejemplar. Por su experiencia, ¿qué distingue estos premios y su publicación en el libro respecto a otros certámenes?
A lo largo de los años he oído en varias ocasiones a nuestro presidente, el Dr Pedro Hidalgo, que estas convocatorias son totalmente independientes, sin injerencias ni patrocinio externo y, por supuesto, tiene toda la razón. Otras convocatorias de casos clínicos relativamente similares están patrocinadas por la industria farmacéutica y, aunque también existen comités científicos en principio independientes, se parte de la base, en ocasiones, de que todos los casos clínicos presentados sean publicados. En el certamen de los Casos Clínicos de nuestro Colegio sólo son publicados una minoría de los mismos (en concreto sólo un tercio de ellos en esta última edición), lo cual es un índice de aceptación muy parecido al de prestigiosas revistas médicas situadas en el ansiado cuartil Q1. Este hecho ya lo comenté en el acto de presentación del libro del XV Certamen, incidiendo en que todos los residentes que habían conseguido que su caso fuera publicado en el libro deberían estar muy orgullosos del logro obtenido.
Se trata, ciertamente, de un certamen competitivo (entendiendo competitivo en su vertiente positiva, es decir, cuando se trata de aportar lo mejor de nosotros mismos) en el que conseguir la publicación del caso en el libro es un éxito que debe ser valorado por los autores. Comenté, también, que, para la valoración curricular de un capítulo de un libro, en algunas ocasiones no es suficiente con el que el libro cuente con un ISBN, sino que se solicitan ciertos indicios de calidad, entre los que lógicamente se encuentran que la publicación, tras la consiguiente revisión, sólo haya sido conseguida por un determinado porcentaje de los casos enviados.